Amaestrar correctamente al boston terrier

El Boston Terrier es un animal de aspecto un poco cómico, con patas fuertes y musculosas, cuerpo más bien corto aunque bien proporcionado y orejas que recuerdan vagamente a un murciélago. Mucha gente teme que estos perros sean peligrosos porque pueden parecer huraños, ¡pero nada más lejos de la verdad! Son juguetones, cariñosos y muy dignos, además de muy leales: amaestrar al Boston Terrier no es una tarea complicada, pudiendo ser no sólo un perfecto compañero, también un perfecto perro guardián.

El origen de esta raza se encuentra en Norteamérica. En el siglo XIX se llevaron ejemplares de algunas razas para crear una raza propiamente americana. Se cruzaron algunos bulldog y también bull terrier, ambos traídos desde Inglaterra, y de esta manera se fue construyendo el actual estándar del Boston Terrier, utilizado básicamente como perro de compañía. De hecho, este perro fue proclamado como la mascota oficial de Massachusetts en el año 1979 por Edward King, que había tenido un Boston Terrier en su juventud.

Así pues, como ya hemos dicho este es un perro hecho básicamente para ser compañero. A pesar de su pequeño tamaño es un animal fuerte y que sabe cómo defenderse. Es digno, juguetón, afectuoso y alegre, un animalito con ganas de jugar y disfrutar de la vida. Es un buen compañero, pero también un fantástico guardián, ¡que no te quepa duda! Si sabes educarlo protegerá tu casa y tu familia con gran fiereza. Un detalle curioso del Boston Terrier: le gusta mucho la compañía de otros perros.

En definitiva, para educar a un ejemplar de esta raza hay que seguir tres normas básicas: disciplina, ejercicio y cariño. Muchas personas olvidan el ejercicio, y la mayoría ignoran la disciplina, proveyendo al perro de mucho amor y ternura…solamente. Un perro necesita las tres, y no son difíciles de cumplir. La disciplina trata sólo de poner unas normas para que nuestro perro aprenda a obedecernos: ser firmes, consecuentes, seguros, sin ceder a demandas caprichosas y enseñándole algunos trucos mediante el sistema de recompensas. El ejercicio es básico: largos paseos todos los días, muchos juegos y juguetes con los que se entretenga y gaste toda la energía perruna que tiene, que no es poca. Y el cariño, ¡qué decir! Los perros parecen hechos para ser amados, ¿verdad?

Amaestrar al Boston Terrier es, en definitiva, una tarea sencilla. Mantenerlo, ¡todavía más! Es un animal muy limpio y no huele mucho a perro, gracias a su pelo corto y por propios rasgos raciales. Claro, hay que enseñarle a no hacer sus necesidades en casa, pero aparte de eso no muda demasiado de pelaje y no tiene tendencia a revolcarse en la suciedad. Eso sí, puede tener algunos problemas congénitos de salud, como sordera o cataratas juveniles, así que hay que tener mucho cuidado y llevarlo regularmente al veterinario.

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Marcos Mendoza