Una ayuda para adiestrar a un Schnauzer Gigante

Para adiestrar a un Schnauzer Gigante hay que saber que, al contrario que el pequeño Miniatura, éste es un perro de guardia, uno de los mejores, ya sea por su tamaño, su complexión, su color absolutamente negro, o el pelaje que le cubre los ojos e impide al intruso leer su expresión. Hay que tener en cuenta que no es bueno para vivir en un piso, puesto que es un animal campestre al que le gusta correr por anchos terrenos, y tampoco es muy tolerante con los niños.

Este perro es muy enérgico y siempre está alerta a cuanto pasa a su alrededor, preparado para saltar en defensa de su hogar a la mínima señal de peligro. No ladra con facilidad, pero sí puede llegar a ser muy dominante. Para adiestrar a un Schnauzer Gigante tenemos que empezar muy pronto, para evitar problemas de dominancia y agresividad con los desconocidos, los invitados e incluso los propios miembros de la familia.

Lo más importante es no ceder a las demandas de un schnauzer gigante. Es normal en las razas más enérgicas, y especialmente en las dominantes, como esta, aprovechar la debilidad para tomar el puesto de líder y hacer su voluntad en la manada, es decir, nuestra familia. Hay que impedir eso para conseguir un comportamiento ideal en nuestro perro: desde muy pequeño hay que enseñarle cuáles son las normas, quién manda y a quién debe obedecer.

Debemos atajar cualquier actitud agresiva empezando por evitar la dominación. Nosotros somos los que mandamos, y punto. Hay que hacérselo entender, y la única manera es demostrándole a nuestro schnauzer gigante que se hará lo que nosotros digamos, ni más ni menos. Si no puede subirse al sofá, impídeselo, bájalo, dile "no" con firmeza hasta que lo entienda, y recompénsalo por no subir. Enséñale a obedecerte, que sepa que eso es lo correcto y lo que le va a reportar bienestar.

En resumen, sé firme y consecuente. Para adiesetrar a un schnauzer gigante jamás debes doblegarte, o lo tomará como una muestra de debilidad. Sé el líder, sé el alfa, y tendrás el mejor perro de todos.

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Marcos Mendoza

Cómo educar a un Samoyedo de la manera más eficiente

Educar a un Samoyedo no es sencillo. Estamos ante un perro con una gran energía, en constante movimiento, cuya atención tiende a disiparse con facilidad; es un animal muy inteligente, ¡pero no le gusta prestar atención a cosas aburridas como un aprendizaje! Hay que tener mucha paciencia con este perro, pero una vez educado es una de las mejores mascotas que se pueden escoger: sólo hay que enseñarle de manera que le resulte divertido aprender.

Esta raza es muy popular. Seguramente se debe a su temperamento juguetón y tierno: el educar a un Samoyedo siempre está dispuesto a jugar con lo que sea, ya sean sus dueños, los visitantes u otros animales. Este es uno de los mayores motivos por los que no es muy buen perro guardián, pero su predisposición al ladrido lo convierte en el perfecto perro de alerta.

Estamos ante un perro que es muy activo, enérgico y juguetón, y que si lo dejamos estar puede volverse un poco destructivo; si está ansioso o se siente solo puede ensañarse con los muebles o con la ropa o zapatos, así que lo mejor es que tenga a su disposición juguetes que masticar. Por supuesto, la mejor opción es educar a un Samoyedo, ejercicio para que gaste energías y, desde luego, todo tu amor y tu compañía.

Para adiestrarlo el mejor método es el de las recompensas, o en otras palabras, el adiestramiento positivo. Utiliza señuelos o premios para enseñarle a hacer lo que quieras. A veces basta con unas caricias para hacerle el perro más feliz del mundo, así que ve variando las recompensas. Averigua lo que le gusta para que el adiestramiento sea más efectivo, para que se divierta aprendiendo contigo.

Educar a un Samoyedo puede ser pesado porque es un poco vago para el aprendizaje, así que hay que tener mucha paciencia y conseguir que se interese. No es imposible adiestrarlo, sólo se necesita toneladas de santa paciencia y muchas ganas de tener la mejor mascota. Con amor, ejercicio, firmeza, disciplina y premios conseguirás que sea el más dócil de los perros.

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Marcos Mendoza

La realidad sobre la raza Rottweiler

Existen una gran cantidad de mitos y rumores que pesan sobre el Rottweiler, enardecidos en su mayoría por unos orígenes como perro guardián en Alemania, además de como perro de tracción gracias a su gran fuerza y resistencia. Se piensa por todo esto que son perros agresivos y siempre dispuestos para morder al ser humano, cuando, de hecho, un miembro de esta raza bien educado no sería capaz nunca de hacer algo así.

El Rottweiler es un perro de carácter dócil, obediente y leal que está preparado para morir por su dueño si hace falta. Claro que hay criadores que seleccionan sólo a los perros de peor carácter, porque, aunque cueste de comprender, hay personas que los quieren cuanto más agresivos y dominantes mejor, ¡como si un perro fuera mejor por parecer más fiero! En realidad esta raza tiene una naturaleza vigilante y serena, en cuya personalidad es inherente una lealtad incuestionable. Es protector, defensivo, dispuesto a todo por su familia.

El Rottweiler es encantador con la familia, y también muy tolerante con los niños. El problema es que tiene mucha energía, así que hay que saberlo controlar para que, en sus juegos, no haga daño a nadie; para eso necesitamos un buen adiestramiento que nos ayude a dominar a este valeroso y protector perro.

Así pues, estamos ante un animal que en realidad no es en absoluto agresivo por naturaleza, de hecho es muy tranquilo y alerta. Por supuesto, defenderá a su familia, en especial si se le adiestra como un perro guardián, pero no atacará sin provocación bajo ningún concepto. Es un animal seguro, sereno, que con el adecuado adiestramiento puede convertirse en un animal perfecto para cualquier familia.

El Rottweiler es un perro que puede sufrir varios problemas de salud, como la conocida displasia de cadera, pero aparte de eso no se conocen enfermedades comunes en su raza. La media de vida ronda los once años, y las camadas, como curiosidad, pueden llegar a tener 11 cachorros, nada menos.

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Marcos Mendoza

El Dogo Argentino: su temperamento

Muchas personas piensan del Dogo Argentino que por ser tan grande, por tener ese aspecto, tiene que ser fiero a la fuerza. ¡Craso error! Estamos ante un perro muy leal a su dueño, es tranquilo, equilibrado, muy cariñoso con sus seres queridos y algo cauto con los desconocidos. Probablemente su fama de agresivo es porque no se suele llevar bien con otros perros, pero eso se arregla con una buena y temprana sociabilización.

El origen se encuentra, tal y como dice su nombre, en Argentina. La creación de esta raza empezó en 1920 en la búsqueda de un perro que tuviera todo lo bueno del perro de pelea cordobés pero que fuera más grande y fuerte, y que también fuera capaz de cazar animales poderosos como jabalíes. De hecho este perro es capaz de batirse con un puma en solitario mientras el resto de la jauría llega en su ayuda.

Nos encontramos con una raza bastante más reciente que la mayoría, de tamaño grande y aspecto robusto, y con sangre de cazador y combatiente. Por norma general, cuando cazan van en manadas de cuatro perros perfectamente disciplinados que rastrean presas como grandes felinos o jabalíes, así que no son muy buenos con grupos grandes, y además tienen mucha energía. Su mordisco es muy potente, así que aunque uno no corre el riesgo de recibir una mordida, es mejor prevenir con un entrenamiento correcto.

Es bueno que el Dogo Argentino haga ejercicio en abundancia y reciba un adiestramiento firme pero no agresivo. Además debe aprender a no atacar a otros animales, en especial si hay otras mascotas en al casa.

Un poco de ejercicio y una comida equilibrada, además de una buena socialización y, por supuesto, el adiestramiento, será la combinación perfecta para tener un dogo argentino perfecto para toda la familia.

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Marcos Mendoza

Si quieres educar a un dachshund...

Este perro es un animal pequeño, que no suele sobrepasar los nueve kilos en su edad adulta, y con un cuerpo curiosamente alargado que suele parecer gracioso. Es, por tanto, nombrado “perro salchicha”, y se le hacen a menudo fotografías entre dos trozos de pan, como un bocadillo. Para educar al Dachshund es bueno conocer su personalidad activa y enérgica además de su testarudez natural, y es bueno saber cómo empezó para comprenderlo mejor.

En este caso en concreto, sabemos que estamos ante una raza de orígenes cazadores. Cuando las personas piensan en un perro cazador se imaginan un animal grande y fuerte, tal vez un bloodhound, o quizá un bretón, pero lo cierto es que el dachshund fue criado para meterse en las madrigueras de los animales como conejos y ratones gracias a su cuerpo alargado, que le permitía meterse en cualquier pequeño túnel. Quizá no es un sabueso, ni tampoco un terrier, pero su buen olfato le permite encontrar las presas y su tendencia cazadora lo dota de una gran cantidad de energía. ¿Educar a un dachshund? Hay que empezar por cansarlo.

Un dachshund es de naturaleza inquieta, muy excitable y con una gran cantidad de energía. Debemos tener en cuenta eso a la hora de educarle: significa que a causa de una personalidad nerviosa, muy movida y en ocasiones incluso dominante a pesar de su reducido tamaño, nos vemos en la necesidad de ser muy estrictos con él, más de lo que seríamos con un perro dócil que estuviera ansioso por complacernos.

El dachshund sólo aceptará un dueño firme, muy seguro de sí mismo y que jamás dé su brazo a torcer. Debes saber lo que le permites y lo que no; si no sube al sofá, no se lo debes permitir jamás. Simplemente, si encuentra una debilidad la aprovechará para convertirse en el amo de la casa, y debes recordar en todo momento que tú eres quien manda. De lo contrario será un desastre de perro.

En resumen, ¿qué debes hacer? Educar a un dachshund no es tan diferente de educar a un pinscher, a un pastor australiano u a un boxer. Sólo debes asegurarte de ser muy firme y seguro, y sobre todo: consecuente. Cuando es así, es así todos los días, a todas horas. No dejes que su aspecto adorable te haga decir "bueno, sólo por esta vez sube al sofá". Mímalo, pero no en exceso, y desde luego no cuando te lo pida: sólo cuando lo merezca. Así es como conseguirás un dachsund equilibrado y perfectamente educado.

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Marcos Mendoza

Amaestrar correctamente al boston terrier

El Boston Terrier es un animal de aspecto un poco cómico, con patas fuertes y musculosas, cuerpo más bien corto aunque bien proporcionado y orejas que recuerdan vagamente a un murciélago. Mucha gente teme que estos perros sean peligrosos porque pueden parecer huraños, ¡pero nada más lejos de la verdad! Son juguetones, cariñosos y muy dignos, además de muy leales: amaestrar al Boston Terrier no es una tarea complicada, pudiendo ser no sólo un perfecto compañero, también un perfecto perro guardián.

El origen de esta raza se encuentra en Norteamérica. En el siglo XIX se llevaron ejemplares de algunas razas para crear una raza propiamente americana. Se cruzaron algunos bulldog y también bull terrier, ambos traídos desde Inglaterra, y de esta manera se fue construyendo el actual estándar del Boston Terrier, utilizado básicamente como perro de compañía. De hecho, este perro fue proclamado como la mascota oficial de Massachusetts en el año 1979 por Edward King, que había tenido un Boston Terrier en su juventud.

Así pues, como ya hemos dicho este es un perro hecho básicamente para ser compañero. A pesar de su pequeño tamaño es un animal fuerte y que sabe cómo defenderse. Es digno, juguetón, afectuoso y alegre, un animalito con ganas de jugar y disfrutar de la vida. Es un buen compañero, pero también un fantástico guardián, ¡que no te quepa duda! Si sabes educarlo protegerá tu casa y tu familia con gran fiereza. Un detalle curioso del Boston Terrier: le gusta mucho la compañía de otros perros.

En definitiva, para educar a un ejemplar de esta raza hay que seguir tres normas básicas: disciplina, ejercicio y cariño. Muchas personas olvidan el ejercicio, y la mayoría ignoran la disciplina, proveyendo al perro de mucho amor y ternura…solamente. Un perro necesita las tres, y no son difíciles de cumplir. La disciplina trata sólo de poner unas normas para que nuestro perro aprenda a obedecernos: ser firmes, consecuentes, seguros, sin ceder a demandas caprichosas y enseñándole algunos trucos mediante el sistema de recompensas. El ejercicio es básico: largos paseos todos los días, muchos juegos y juguetes con los que se entretenga y gaste toda la energía perruna que tiene, que no es poca. Y el cariño, ¡qué decir! Los perros parecen hechos para ser amados, ¿verdad?

Amaestrar al Boston Terrier es, en definitiva, una tarea sencilla. Mantenerlo, ¡todavía más! Es un animal muy limpio y no huele mucho a perro, gracias a su pelo corto y por propios rasgos raciales. Claro, hay que enseñarle a no hacer sus necesidades en casa, pero aparte de eso no muda demasiado de pelaje y no tiene tendencia a revolcarse en la suciedad. Eso sí, puede tener algunos problemas congénitos de salud, como sordera o cataratas juveniles, así que hay que tener mucho cuidado y llevarlo regularmente al veterinario.

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Marcos Mendoza

Educar al Bichón Maltés correctamente

Estamos ante un perro muy adecuado para espacios pequeños; es un animal pequeño, comprensivo y tolerante, además de limpio, cariñoso y vivaz, pero no excesivamente activo, algo muy raro para razas de tamaño pequeño, que por lo general son mucho más enérgicas que las grandes. Además son muy dormilones, y buscan siempre acostarse junto a sus dueños y pasar horas y horas durmiendo. De entrada tiene muchas cosas positivas, ¡pero cuidado! Educar al Bichón Maltés es una base indispensable para la buena convivencia.

Esta raza tiene su origen en la isla de Meleda, hace más de 3000 años. De hecho las primeras referencias que tenemos de esta raza son gracias a los egipcios, puesto que en las tumbas de algunos faraones se han encontrado estatuas de un perro muy parecido a este bichón. También Aristóteles los nombra, aunque él los llamaba “canes malitenses”. Esto lo convierte seguramente en el perro faldero más antiguo de nuestra historia. Los antepasados más remotos de este perro seguramente vivían en los puertos de las ciudades marítimas por todo el mediterráneo, y su misión era la de dar caza a los roedores y pequeños polizones no deseados que se colaban en las embarcaciones y en los almacenes. De hecho su nombre, “maltés”, viene de “málat”, que significa “puerto”. ¿Y toda esta información en qué nos ayuda para educar al Bichón Maltés?

Como cazador, en este caso de roedores, como muchos perros pequeños, su nivel de energía es alto…aunque se ha ido diluyendo con el paso de los años. Ahora ya no es tan enérgico. Como ya hemos dicho le gusta más dormir junto a su dueño, sin hacer nada…Es bueno para familias con personas mayores, personas sedentarias, y también con niños. Son pacientes, tranquilos, aunque un poco caprichosos. También es un buen perro de alerta, si sabemos educarlo. Pero todo esto no significa que el Bichón Maltés pueda pasar toda su vida encerrado en un pequeño piso…Le gustan los espacios abiertos, y la quietud total puede hacerle sufrir problemas de ansiedad e incluso obesidad.

¿Así que para educar a nuestro Bichón Maltés, finalmente, hay que seguir las normas básicas del adiestramiento de un perro. Los perros son criaturas sociables y jerárquicas, de modo que ahí tienes la primera base: una jerarquía. Tú eres el líder, él tu seguidor. De esta manera tu Bichón será dócil y obediente en todo lo que le enseñes. Pero claro, debes ser firme, consecuente, jamás ceder a sus peticiones si no son merecidas, y sin duda tienes que enseñarle lo que esperas de él. No puedes pretender que acuda a tu llamada si no le has enseñado a hacerlo, ¿verdad?, igual que no puedes esperar que un niño sepa multiplicar antes de aprender a sumar. El principio es el mismo: sé la autoridad a seguir, enséñale lo que quieras que aprenda, y será el perro más dócil y amoroso del mundo.

Educhar al Bichón Maltés no es complicado, aunque puede hacerse un poco pesado: no son animales muy dispuestos a aprender cosas nuevas. También hay que tener en cuenta que no se llevan muy bien con otros perros, de modo que hay que sociabilizarlos correctamente…Y, como último apunte, debemos tomar en cuenta que su pelaje necesita cuidados especiales para que sea lustroso y sano. Por lo demás, ¡disfruta de tu Bichón Maltés!

Si quieres más información del Bichón Maltés, para aprender más sobre conducta o formas de educarle, aquí mismo te dejaré un lugar al que acudir:

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Marcos Mendoza

Cómo educar a un Akita de manera correcta

El Akita es un perro actualmente conocido por la película “Siempre a tu Lado”, también conocida como “Hachiko”, que salió al cine en el 2009. No muchos saben que esta es un remake americano de otra (Hachiko Monogatari, año 1987) que cuenta la misma historia, y ésta, a su vez, es la película sobre un hecho real que trata sobre un perro que esperó el regreso de su dueño en la estación hasta el día de su muerte. Hay pocos perros tan fieles…y para educar a un akita hay que tener eso muy presente.

Estos perros son, como muchos sabrán, originarios de Japón. El nombre completo de la raza es Akita Inu, que viene a significar “perro akita”, aunque a veces también se les llama Akita-Ken. En sus orígenes era un perro usado para la cacería de animales grandes, tales como osos, y más adelante entrenado por los samuráis (antiguos guerreros japoneses; muchos habrán visto la película “el último Samurai”, ¿cierto?) como perro de defensa y ataque. En la actualidad es un monumento nacional japonés, y tener y educar a un akita se considera un privilegio, un honor y una muestra de nobleza. Son perros que se consideran un amuleto de buena suerte y de prosperidad en el futuro.

Ahora bien, ¿qué hay que saber sobre el akita? Para empezar ya conocemos su increíble sentido de la fidelidad: no hay más que ver el claro ejemplo de Hachiko, que durante nueve años fue a la estación todos los días a esperar a su dueño que jamás regresó. Aparte de eso estamos ante una raza regia y elegante a la par que fuerte, equilibrada y firme. Es un animal alerta, reservado, desconfiado con los desconocidos pero muy cariñoso con sus seres queridos. De hecho es un perro muy protector, perfecto para la guardia, y sólo ladra cuando presiente el peligro. Eso sí: aunque tolera cualquier cosa de los niños no es muy buen con otras mascotas, así que es conveniente sociabilizarlo adecuadamente con todo tipo de animales.

Pero el adiestramiento de un akita no es tan duro como nos hicieron creer con la película Siempre a tu Lado. El Akita es un perro que no tolera al dueño débil, ¡pero ninguno lo hace! Estos perros, como sucede con todos, son jerárquicos y si no tienen un líder firme, tomarán ese lugar. Si tu akita no acude a tu llamada y en definitiva no te obedece en absoluto no es porque sea cabezota y orgulloso…es porque no te considera un líder digno, así que no te seguirá. Para lograr su obediencia hay que cambiar nuestros actos: debemos ser firmes, poner unas bases que debemos conseguir que siga. Recompensa el comportamiento que te guste y nunca cedas. Si hay que ponerse testarudos, tú más que él, o te habrá ganado.

A pesar de lo maravillosos que son estos perros, de lo fácil que resulta educar a un akita, a pesar de su fidelidad, su lealtad y su sentido de la protección, hay algunos países, como por ejemplo España, donde se les considera peligrosos, nada menos. Desde aquí digo que no hay razas peligrosas…si no que hay dueños que, por ignorancia o adrede, hacen que lo parezcan.

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Marcos Mendoza

Educar a un Springer Spaniel

Educar a un Springer Spaniel puede llegar a ser una tarea cansada, porque, como todo perro cazador, tienen una gran cantidad de energía que hay que agotar antes de intentar adiestrarlos. No obstante después son animales idóneos: tienen una buena respuesta al entrenamiento, y son muy cariñosos y tolerantes, lo que convierte esta raza en una de las más apreciadas.

Son primos cercanos del Cocker; de hecho la raza original fue dividida en los animales más ligeros, que fueron los Cocker Spaniel, y los más pesados, los Springer Spaniel. La historia de este perro se encuentra en Gran Bretaña, aunque sus ancestros son posiblemente españoles. Su primera aparición como raza se encuentra en el siglo XVII, en unas pinturas, aunque han evolucionado desde entonces. Antaño se les conocía como Norfolk, pero su nombre cambió a causa de su tarea (springing, que significa “saltar y salir”, hace referencia a la misión de hacer salir de su escondite a las presas). Para educar al Springer Spaniel hay que tomar en cuenta su función, porque nos dice mucho de su personalidad, algo a lo que debemos adaptarnos a la hora de educarlo.

Estos perros son por tanto de tamaño mediano, pero muy enérgicos. Como cazadores están hechos para rastrear a sus presas y hacerlas salir de sus escondites para ser abatidas por sus dueños. Son resistentes e inteligentes, y también muy dependientes: acostumbran a seguir por todas partes a sus propietarios, llegando a veces a estar siempre en medio, pero no dejan de ser adorables. Es cercano, apegado y también muy bueno con los niños y otras mascotas, pero claro, su energía es muy elevada y hay que gastarla. Además su instinto de cazador lo lleva a atacar a pájaros y roedores, de modo que para evitar que se coma al loro u al canario es bueno sociabilizarlo y adiestrarlo adecuadamente.

¿Educar al Springer Spaniel? Hay que seguir las normas básicas del adiestramiento de un perro. Los perros son criaturas sociables y jerárquicas, de modo que ahí tienes la primera base: una jerarquía. Tú eres el líder, él tu seguidor. De esta manera tu Springer Spaniel será dócil y obediente en todo lo que le enseñes. Pero claro, debes ser firme, consecuente, jamás ceder a sus peticiones si no son merecidas, y sin duda tienes que enseñarle lo que esperas de él. No puedes pretender que acuda a tu llamada si no le has enseñado a hacerlo, ¿verdad?, igual que no puedes esperar que un niño sepa multiplicar antes de aprender a sumar. El principio es el mismo: sé la autoridad a seguir, enséñale lo que quieras que aprenda, y será el perro más dócil y amoroso del mundo.

Educar a un Springer Spaniel es fácil a pesar de cansado. Su energía es muy alta y debes darle muchos paseos y juegos para que la gaste, pero aparte de eso será sencillo. Una advertencia: tiene tendencia a coger ciertas enfermedades peligrosas, como la displasia de cadera y la atrofia retiniana progresiva, también la fucosidiosis, y problemas tales como infecciones de oído a causa de llevarlos siempre hacia el suelo. Si quieres a tu Springer Spaniel debes llevarlo regularmente al veterinario para un chequeo completo, y asegurarte así de que no sufra ninguna enfermedad.

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Marcos Mendoza

La mejor manera de educar a un Rodesiano

El Rodesiano es un perro tierno, amigable y leal, en absoluto agresivo. A menudo la cresta de su lomo (de ahí el nombre, “perro crestado”) da la sensación de que está erizado y a punto de atacar; nada más lejos de la verdad. Es muy familiar y tolerante con los niños, aunque cuando juegue con ellos es mejor que haya un adulto supervisándolo todo: tiene mucha fuerza, no por nada es un gran cazador. También hay que saber que se trata de un animal bastante reservado con los desconocidos. Para educar a un Rodesiano hay que comprender su personalidad y actuar en consecuencia.

Los colonos europeos entraron en contacto en el siglo XVI con los aborígenes locales de África, que poseían un perro semidomesticado cuya característica más llamativa era una franja de pelaje en el lomo, justo sobre la columna, que simulaba una cresta. Este animal cazaba para los aborígenes y cuidaba de su ganado, soportaba los cambios más bruscos de temperatura y podía aguantar hasta dos días sin agua. En seguida los colonos quisieron hacerse con todos los rasgos positivos de este animal, de modo que se hicieron con algunos ejemplares y comenzaron a cruzarlo con distintas razas, como el pointer, el greyhound y el Gran Danés, para conseguir lo que ahora conocemos. Ahora bien, ¿en qué nos ayuda esto para educar a un Rodesiano?

El Rodesiano, como se entiende a partir de su historia, es un animal de gran resistencia, elegante y dedicado a su trabajo. Incluso en su estado más primitivo este perro aceptaba el liderazgo del hombre y trabajaba para él a cambio de su cariño, el cobijo y la comida que le brindaba. Eso dice mucho de su naturaleza, que es dócil, afable y protectora. En cuanto a sus características físicas, es fuerte, veloz, con unos sentidos fantásticos y una capacidad de aguanta increíble. La cresta de su lomo, que le da nombre (ridgeback), suele ser más oscura, a contrapelo, y da el aspecto de que el animal está erizado y a punto de atacar…Pero nada más lejos de la verdad, el Rodesiano  jamás atacaría sin una buena razón.

Para educar a este perro necesitamos disciplina y mucho ejercicio, además de una comida equilibrada y unas bases bien cimentadas sobre las que sostener nuestra educación. El Rodesiano necesita sentirse útil y bien dirigido, debemos saber ser su líder mediante una actitud firme y segura, enseñándole lo que está bien y lo que está mal, y lo más importante: siendo consecuentes. No podemos decirle que no coma del suelo y después, cuando se nos caiga algo de comida, decirle que se lo coma. También es muy necesario el ejercicio, puesto que este animal tiene una gran cantidad de energía.

En definitiva, educar a un Rodesiano no es muy diferente de educar a cualquier otro perro, sólo debemos ser conscientes de que, en cuanto a energía, esta raza necesita mucho más desgaste. Al fin y al cabo resiste las temperaturas de los desiertos africanos.

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Marcos Mendoza

Para adiestrar a un Poodle Mini Toy

El Poodle Mini Toy es la versión más pequeña del poodle, o dicho de otro modo, el caniche; a esta raza se la llama también, de hecho, caniche miniatura, y es un animal lleno de fortaleza, vitalidad pero también una gran elegancia, como su primo mayor, gracias a sus orígenes e historia. Para educar a un Poodle Mini Toy hay que saber ciertas cosas de la raza.

Estos perros nacen en multitud de necesidades. Por un lado había un afán cazador, aunque no es seguro si es en Inglaterra o en Francia, de modo que era necesario un animal con unos sentidos muy agudos, gran resistencia y mucha energía. Por otra parte, en Rusia se prefería como animal de compañía, y en cambio en Francia fueron prácticamente la mascota oficial de la moda por su pelaje esponjoso y espeso. Tiene una gran popularidad en todo el mundo por su elegancia, tanto en los ejemplares grandes como en los pequeños. Para educar a un Poodle Mini Toy hay que entender que al aunarse la raza, a pesar de las distintas variantes (caniche, caniche mediano y caniche toy) fue reglado en Francia y contuvo todos los rasgos positivos de sus ancestros, la elegancia, la energía, la resistencia, los sentidos y el afán cobrador que caracteriza a esta raza.

El Poodle Mini Toy es un excelente nadador y también le gusta mucho correr. Es atlético, pero donde mejor se siente es en las ciudades. Es rápido, ligero,…La palabra que mejor lo describe, a él y a los poodle más grandes, siempre será “elegante”. Además es un perro muy inteligente. ¿Sabías que está en el segundo lugar en el promedio de inteligencia, de entre más de cien razas distintas? Este perro es muy apegado a su familia, muy dedicado y cariñoso. Es bueno para familias numerosas, y perfecto para los niños, aunque eso sí: siempre que lo eduquemos adecuadamente, le demos los estímulos adecuados y le permitamos convivir con nosotros el máximo tiempo posible. No es un animal que pueda estar solo mucho tiempo: caen en depresión y pueden llegar a morir de añoranza.

Por supuesto, ¡no todo es perfecto con el poodle! Hay que tener en cuenta que es un perro muy ladrador, sobre todo cuando está solo, muy ansioso, y no acepta en absoluto los modelos de educación agresiva. No se le puede gritar, porque no escuchará, ya no hablemos de ir a mayores…También es bastante destructivo con los objetos de la casa, así que es bueno darle muchos juguetes y enseñarle a masticarlos. ¡Así salvarás tus muebles!

El poodle Mini Toy, además, gracias a su reducido tamaño es perfecto para espacios muy pequeños, como apartamentos o pisos chiquitos. Eso no significa que no necesite salir, pero sí es cierto que su nivel de actividad es muy bajo en comparación con sus primos mayores.

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Marcos Mendoza

Cómo adiestrar a un pitbull

A pesar de las habladurías, el pitbull es un perro muy amable y sociable, siempre que se adiestre adecuadamente. Como todos los perros, puede convertirse en el asesino que se dice que es si su dueño así lo educa, pero hay que tener en cuenta que la opción siempre es del propietario: es él, y no el perro, quien decide qué tipo de mascota quiere, si un fiero guardián o un dócil compañero. La fidelidad del pitbull lo hace muy fácil de adiestrar.

Este perro proviene de Estados Unidos (de ahí otro de sus nombres, Pitbull Terrier Americano), criado a partir de perros de Inglaterra y alrededores, como el bulldog y algunas variedades del terrier; desde sus orígenes utilizado como perro de pelea, incluso ahora, de forma clandestina, y por ello en muchos países con considerados como perros peligrosos, de manera que para poseer uno hay que pedir unos permisos especiales. Para educar a un pitbull hay que tener en cuenta simplemente que su historia lo convierte en un animal fuerte y valiente…pero que fuera perro de pelea no lo convierte en un perro peligroso.

El pitbull es de por sí un canino de carácter amable y sereno; aunque su instinto lo lleva a ser alerta también es juguetón y dulce como cualquiera. Es leal, fiel, dispuesto a darlo todo por su dueño, disciplinado como pocos. Eso sí, también puede ser increíblemente testarudo, así que cuando algo se le mete en la cabeza hay que saber muy bien cómo quitárselo, y no es con golpes ni con gritos, si no con señuelos.

Este es un perro que por tanto necesita mano firme para ser educado, pero también gentileza y mucho amor.  No es un animal agresivo, pero sabe defenderse, y si se le trata con brusquedad, o peor, con violencia, puede volverse contra su dueño y hacerle daño. No, la mejor manera de adiestrar a un pitbull es siendo firmes y consecuentes, enseñándole, mediante recompensas, lo que queremos de él, lo que le reportará más comida y sobre todo más amor. A causa de su testarudez puede volvernos locos al empeñarse en algo…¡nunca demos nuestro brazo a torcer! Jamás debemos dejar que nuestro perro crea que manda.

Por suerte estamos ante una raza muy obediente, muy leal y con muchas ganas de obedecer y complacer a su dueño, así que adiestrar a un pitbull es esencialmente sencillo, basta con que haga ejercicio, coma adecuadamente y de un pienso balanceado, y seamos pacientes y consecuentes. Sobre todo, nada de agresividad, ni siquiera un grito. ¡Los perros son muy sensibles!

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Marcos Mendoza

Para educar a un Lhasa Apso

A la hora de educar a un Lhasa Apso cuando tiene algunos malos comportamientos, o tal vez hábitos incorrectos que no deseamos, primero debemos conocer su temperamento natural, es decir, cómo funciona su mente y su instinto. En este ámbito nos encontramos con un perro cariñoso y faldero donde los haya, pero también muy dominante, más incluso que el yorkshire terrier, ¡y eso es mucho decir!

Para educar a un Lhasa Apso primero hay que entrenarlo, por supuesto, como a todos nuestros amigos caninos. Estos no son los perros más activos y enérgicos pero sí es cierto que necesitan ejercicio y estímulos en abundancia, como todos. Hay que llevarlo de paseo a diario, jugar mucho con él, darle grandes dosis de ejercicio…Tiene que quemar energías, de esta manera estará tranquilo y por consiguiente más atento. Con esto y una buena dosis de disciplina y firmeza podremos redirigir los hábitos de nuestro perro y enseñarle cosas nuevas.

El lhasa apso no responde al adiestramiento agresivo, como, de hecho, ningún perro lo hace. Si abusas de tu poder, si le gritas, le golpeas o das tirones, al final se volverá contra ti para defenderse, y su tozudez natural hará que cada vez te haga menos caso. En definitiva, la mejor manera de educar a un lhasa apso no es agresivamente, sino que hay que premiarlo por los buenos comportamientos; hay que ser consecuente en nuestras normas, si es no, es no, pero nunca gritando o golpeando, y cuando haga algo bueno hay que premiarlo profusamente para que sepa que eso es lo que esperamos de él. El lhasa apso hará siempre lo que le reporte más beneficios, que no son necesariamente la comida: también lo son tu atención y tu cariño.

Para tener un lhasa apso equilibrado y sano hay que tener en cuenta sus cuidados, no sólo el adiestramiento. Hay que poner especial atención a su pelaje, puesto que necesita varias horas de cepillado diario para mantenerlo lustroso y sin nudos, y además hay que asegurarse constantemente de que no tenga llagas en la piel, un problema que suelen sufrir estos perros. La comida debe ser equilibrada, adecuada para su tamaño y peso, como con todos los caninos.

Estos son perros por lo general saludables, aunque tienen facilidad para sufrir displasia de cadera y dolencias renales y oculares. Con esta información te será fácil educar a un lhasa apso sin contratiempos, sólo necesita un adiestramiento correcto que tome en cuenta su personalidad natural.

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Marcos Mendoza

Cómo Adiestrar correctamente a un Cocker Spaniel

Adiestrar correctamente a un Cocker Spaniel no es tarea fácil. Estamos ante un perro con una gran energía, que siempre se mueve mucho, y además es fácil que se distraiga rápidamente. Por no hablar de que con esa mirada lánguida, un temperamento alegre y unas adorables cabriolas, vamos a vernos tentados de mimarlo por todo, incluso cuando haga las cosas mal. Para educarlo hay que ser muy paciente…¡y tener una gran fuerza de voluntad!

Esta raza es una de las más antiguas y populares que hay en el mundo canino. Lo más seguro es que habitara la península ibérica cuando los cartagineses la invadieron, por allí a los años 500 antes de Cristo, nada menos. Fueron llevados a Gran Bretaña, e incluso a Irlanda, donde tienen abundantes notas literarias sobre esta hermosa raza. Para adiestrar a un Cocker Spaniel hay que tomar en cuenta lo siguiente: son perros cazadores. Gracias a su finísimo olfato estos perros pueden rastrear una presa por lugares difíciles, como profundos bosques e incluso pantanos.

Así pues, el Cocker Spaniel es, como cazador, un perro con gran energía y bastante tozudo. Está hecho para seguir a su presa incansablemente por los lugares más inaccesibles, ¡así que su cabezonería está fuera de toda duda! No es particularmente destructivo (pero siempre es bueno darle juguetes para que se entretenga y los muerda), aunque sí juguetón y muy activo. Es además un perro muy afectuoso; eso lo convierte en un compañero maravilloso, pero un pésimo perro guardián…¡recibiría los peligros con brincos de alegría y moviendo la cola! Eso sí: no tiene mucha paciencia con los niños, así que cuidado.

¿Y qué hay que hacer para adiestrar a estos perros? Muy fácil. El sistema de adiestramiento positivo es muy efectivo con los cocker spaniel. Se basa en la recompensa de los buenos comportamientos, mediante chucherías para perros, caricias o simples palabras agradables, para que sepa que eso está bien y le reporta algo bueno (comida, atención, cariño,…), mientras que el resto de comportamientos se ven abandonados al no recibir ningún tipo de recompensa.

Por supuesto que adiestrar a un cocker spaniel no es tan fácil. Hay cosas que no se pueden ignorar, como por ejemplo que haga sus necesidades sobre la cama donde tú duermes. Si lo atrapas haciendo algo que no puede ser permitido bajo ningún concepto, ve y dile “¡No!”, sin gritar, pero firmemente, y de inmediato dale la opción a hacerlo correctamente; siguiendo el mismo ejemplo, llévalo a la caja de arena, o al jardín, o a los periódicos que dispongas para sus necesidades, y cuando haga sus cosas recompénsalo profusamente. Entenderá la diferencia, y pronto tendrás al perro más bien educado de todos.

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Marcos Mendoza

Cómo educar a un Bull Terrier

Se dicen muchas cosas sobre estos perros. A raíz de un origen tumultuoso como perro de combate se considera que es un animal agresivo, peligroso, con el que hay que tener especial cuidado y nunca se puede dejar cerca de niños ni, según algunas personas, de nadie. Todo esto es falso. Esta es una raza como cualquier otra, y con un adiestramiento adecuado podemos lograr al más tierno y dócil de los perros. Así pues, ¿cómo educar a un Bull Terrier?

Este perro fue el resultado de una cruza entre perros ya extintos, como el old english bulldog o el olg english White terrier, aunque también tiene rasgos de galgo e incluso de dálmata; fue en el siglo XVIII, en Gran Bretaña, y de mano de James Hinks. Al principio, es cierto, no iban a ser perros luchadores, pero en seguida fueron más que obvias sus capacidades para el combate, y la educación del Bull Terrier fue enfocada a él. Por suerte en 1935 el gobierno inglés prohibió estas prácticas y la raza volvió a su propósito original: el de perro de compañía.

El Bull Terrier es un perro muy valiente, leal, activo y apegado a su dueño. No soporta muy bien la soledad, se vuelve ansioso y puede llegar a romper cosas; necesita compañía y afecto, la atención de un dueño que lo haga sentir querido. Es cierto que también son dominantes y necesitan mucha supervisión, por lo que no son muy recomendables para familias primerizas. Si están bien sociabilizados pueden llevarse bien con los niños, pero no toleran demasiados abusos infantiles, con lo que hay que tener cuidado. Tampoco es recomendable que haya otro perro del mismo sexo: el Bull Terrier se vuelve agresivo ante un rival, está en su instinto.

El ejercicio es una necesidad primaria para estos perros, que tienen muchísima energía que quemar. También lo es una sociabilización temprana y completa, para que reaccione adecuadamente ante todos los estímulos externos, como niños, gatos u otros perros. Recuerda que es un animal preparado genéticamente para responder agresivamente ante un posible enemigo. El adiestramiento del Bull Terrier no es tan sencillo como sucede con otras razas, se distrae con mucha facilidad, y su gran cantidad de energía lo hace difícil de manejar. Se necesita firmeza, paciencia, límites claros y sobre todo recompensar el buen comportamiento, ignorando el malo para que el perro vea qué es lo que le reporta algo bueno (comida, caricias, atención,…).

Educar a un Bull Terrier no es tan difícil como parece. Es un perro muy dulce y leal. Por supuesto que tienes que ser consecuente con tus actos, pero si logras ceñirte a un programa de educación y le das mucho ejercicio y comida equilibrada, tendrás al perro mejor educado del mundo.

Para adiestrar a un Bóxer

A pesar de lo que se dice sobre estos perros, el bóxer no es un animal agresivo, no se lanza al ataque ante la mínima provocación; de hecho es uno de los perros más dóciles y leales que hay, con una personalidad muy tranquila y equilibrada, y una confianza ciega hacia su propietario. Es vigilante y algo desconfiado con los desconocidos, pero tolerante e inofensivo como un bebé con su familia. Adiestrar a un bóxer es, por tanto, una tarea muy sencilla.

Para entender y adiestrar a un bóxer hay que contemplar su origen. Se encuentra en Alemania, en la época feudal, cuando la raza nació para guardar los castillos de animales peligrosos como osos y jabalíes, e incluso a veces para espantar a los humanos que pretendían entrar a robar. A causa de sus capacidades como perro guardián en el siglo XIX e incluso a principios del XX el bóxer empezó a ser usado como perro de combate, aumentando su fuerza, su resistencia; así que se educaba a los perros para ser agresivos, lo que no implica que fueran agresivos en sí mismos.

El bóxer es por naturaleza un animal muy templado. Es alerta, por supuesto; su instinto lo lleva a observarlo todo con mucha atención, ver si hay enemigos a la vista y advertir entonces a su dueño. Es absolutamente leal, dispuesto a cualquier cosa por su propietario y por su familia; su gran instinto protector lo llevará a defender a su manada hasta las últimas consecuencias, sin importar su propia integridad física. Pero eso no significa ni mucho menos que sea agresivo; un desconocido tiene que provocarlo para recibir una respuesta violenta; un miembro de al familia no importa lo que haga, el bóxer jamás lo agredirá, ni siquiera a un niño que le tire de las orejas todo el tiempo.

Este animal, por tanto, necesita mano firme para ser educado, pero también gentileza y mucho amor.  Los modales bruscos lo volverán tímido, asustadizo, y podría volverlo en contra de su dueño. No, debemos ser firmes y consecuentes pero no violentos, eso jamás en un perro. Nunca demos nuestro brazo a torcer, porque si dejamos que se salga con la suya pensará que es el líder y siempre podrá hacer lo que quiera. Nuestra tarea es demostrarle que debe obedecer, que así es como conseguirá lo que quiere (comida y cariño son las motivaciones principales).

Por suerte estamos ante una raza muy obediente, muy leal y con muchas ganas de obedecer y complacer a su dueño, así que adiestrar a un bóxer es esencialmente sencillo, basta con que haga ejercicio, coma adecuadamente y de un pienso balanceado, y seamos pacientes y consecuentes. Sobre todo, nada de agresividad, ni siquiera un grito. ¡Los perros son muy sensibles!

Qué debes saber para adiestrar a un Vizsla

El vizsla es un perro muy cariñoso y efusivo. Es alegre y enérgico, muy juguetón y en extremo inteligente, pero lo que es más importante de su carácter, más que todo lo anterior, es que se trata de un animal muy familiar. Más que ninguna otra cosa le gusta estar rodeado de sus seres queridos, es propenso a la depresión por separación y no le gusta nada estar solo. Para adiestrar a un vizsla tenemos que tomar esta información en cuenta.

Este perro es un animal originario de Hungría, y utilizado en principio como rastreador y cobrador de presas; su nombre significa “puntero”, porque su nariz “apunta” hacia los animales que persigue, normalmente aves acuáticas. Entre sus ancestros se cuentan razas como el Hound de Transilvania y el Turkish Yellow Dog, y algunos apuntan también a similitudes con el Braco de Weimar y el Pointer. Esto significa que para adiestrar a un vizsla debemos tener en cuenta su gran energía y su instinto cazador, que no es poco.

En casa tenemos un perro ideal. Como es muy familiar, le gusta estar dentro con sus dueños, de modo que no es bueno dejarlo en el jardín, a solas. Pueden llegar a ser muy dependientes de sus propietarios, siempre buscando su atención, su cariño y sus elogios. Es bueno con los niños y tampoco tiene problemas con las otras mascotas, ni con perros ni con gatos. Como el vizsla es muy enérgico es conveniente que tenga patio para moverse a sus anchas, pero de vivir en un apartamento no pasa nada, basta con que pasee todos los días varias veces.

Como cazador este animal es de los mejores, sin duda. Tanto en tierra como en agua es muy útil y eficiente: rastrea con firmeza y determinación una presa y la persigue hasta darle caza, y después la lleva hasta su dueño. Soporta el trabajo y las inclemencias del tiempo estoicamente sin dar muestras de cansancio, lo que lo vuelve perfecto para personas aficionadas a la caza y de temperamento incansable. Eso sí, para lograr todo esto hay que pasar primero por un riguroso entrenamiento.

Adiestrar a un vizsla es en realidad muy fácil de hacer. Estamos ante un perro con muchas ganas de complacer a su dueño, y su gran inteligencia le permite aprender las cosas con mucha facilidad. Es recomendable cansarlo antes de las sesiones de entrenamiento, pero aparte de eso verás que se mostrará ansioso por saber más, sólo por poder complacerte. Sólo evita toda muestra de agresividad, por el contrario sé firme y no des tu brazo a torcer; recompénsalo cuando se porte bien, e ignóralo si se porta mal, o, si es estrictamente necesario, cuando obre de manera inadecuada di un firme “¡No!” para que sepa que eso no está bien.

Educar a un Shar Pei

Este perro, también conocido como “perro toalla”, y cuyo nombre significa literalmente “Piel de Arena”, es un animal muy tranquilo y equilibrado que a pesar de su pasado como cazador y guardián no tiene una gran cantidad de energía y le gusta más estar acostado que corriendo tras un ratón. Es muy independiente, no demasiado demandante de cariño, pero desde luego muy fiel a su dueño. Para educar a un Shar Pei es bueno que tomemos en cuenta su personalidad y también su historia:

Este animal originario de China, y se remonta por lo menos al siglo II AC. En sus ancestros está el inmenso Mastín Tibetano y también el Chow Chow, con quien comparte la lengua azul, por ejemplo. Durante siglos el Shar Pei fue utilizado como pastor, cazador de jabalíes y guardián por los campesinos chinos. Aunque fueron fieles y útiles a lo largo de todos esos años, hacia 1950 sólo quedaban unos pocos ejemplares en China a causa de su utilización como alimento. Fue casi su extinción. Por suerte allá a los años 60 un pequeño grupo de chinos dieron los primeros pasos para restablecer la raza. Una de las medidas fue llevar unos pocos ejemplares al extranjero para evitar el riesgo de ser usados como comida, y así es como el Shar Pei se salvó del exterminio.

Es un perro en realidad muy sereno y equilibrado, y que tiende a jugar casi como un gato. De cachorro puede ser muy revoltoso y hacer verdaderos destrozos en los muebles, así que hay que tener mucho cuidado con eso. Por suerte cuando llega a la adultez se vuelve muy tranquilo, incluso sedentario, por lo que es recomendable obligarlo a dar dos o tres paseos cada día. Es algo difícil de adiestrar a causa de su tozudez, pero con el sistema de las recompensas se le puede doblegar fácilmente para que aprenda a comportarse como nosotros queramos. Es además un excelente guardián, algo receloso con los desconocidos.

Para adiestrar adecuadamente a este perro debes ser gentil pero firme, demostrándole que tú eres el que manda, y enseñándole poco a poco dónde se encuentran los límites que quieras imponerle. Deben ser límites fijos que no cambien de un día para otro, tenlo en cuenta: los aprenderá, pero si un día decides que está bien que pida comida en la mesa, lo intentará muy a menudo para ver si de vez en cuando cae algo.  No, tienes que ser firme y sereno, pero jamás agresivo.

Educar a un Shar Pei no es complicado. Gracias a una personalidad muy amigable si se le sociabiliza y trata correctamente y no demasiada dependencia afectiva, este puede ser un gran amigo que no reclame demasiado tiempo pero que siempre haga mucha compañía.

Para educar a un San Bernardo

Educar a un San Bernardo no es tan difícil como sucede con otras razas, pero lo cierto es que tampoco es el más sencillo de todos. En buena medida gracias a la película de Bethooven, en la que un adorable San Bernardo se gana el corazón de su renuente dueño, se da por sentado que estamos ante un animal que es todo ternura y picardía; bueno, estos perros son tiernos y juguetones, pero también son muchas otras cosas que no encajan con el perfil de la película. Ellos son regios, un poco dominantes, y muy guardianes.

El San Bernardo desciende del Mastín Tibetano, probablemente, con un poco de Terranova, y encuentra su origen en los montes suizos. En el siglo XVII esta raza ya era criada con una única intención: buscar a los viajeros extraviados en las nevadas. Gracias a su gran tamaño, su fortaleza física, increíble olfato y gran sentido de la responsabilidad, estos perros han salvado a lo largo de los años a miles de personas perdidas en las tormentas. Para educar a un San Bernardo debemos tener esto muy en cuenta, pues nos dice mucho sobre su personalidad guardiana y protectora.

Por su origen, sabemos que el San Bernardo es un perro de búsqueda y rescate. Su instinto lo lleva a buscar y ayudar a quien corre peligro. Es de naturaleza cautelosa, dominante y guardiana. A pesar de su tamaño y aspecto no es un perro peligroso, pero hay que controlar su dominancia, que no es poca, si queremos un hogar tranquilo y un perro dócil. Su gran peso y resistencia lo pueden volver indomable a veces, por eso es necesario un adiestramiento rígido y firme.

¿Y cuál es el mejor método para educar a un San Bernardo? Bueno, lo primero de todo es, como sucede con la mayoría de razas caninas, ser consecuente con nuestras órdenes. No podemos decirle hoy que no se suba al sofá si mañana se lo permitimos, lo entenderá como un signo de debilidad y se pondrá en el papel de líder. Debemos estar seguros de qué queremos enseñarle, y jamás doblegarnos. También es bueno que haga ejercicio, que desgaste la energía que tiene; recuerda que es un perro criado para correr largas distancias entre nieve y vendavales buscando a personas perdidas. Si muestra agresividad o siquiera un ápice de dominación hay que atajarla de inmediato. No hay que gritarle ni golpearle, ¡jamás! Recuerda que es un perro de guarda, sabe muy bien cómo defenderse, y de todos modos para el adiestramiento canino no hay nada tan efectivo como el cariño y las recompensas.

Con esta información educar a un San Bernardo será sencillo. Ten siempre en cuenta que las hembras son más pacientes que los machos, pero aún así no tolerarán cualquier perrería. Y acostúmbralo a aceptar a los desconocidos que vengan de visita para que no haya ningún disgusto; para eso, nada como una buena socialización.

Educar a un Gran Danés

Con su nobleza y buena disposición, educar a un gran danés es mucho más fácil de lo que parece. Muchas personas piensan que por ser tan grande tiene que ser fiero a la fuerza. ¡Craso error! De hecho estamos ante un perro dócil y tierno. Su comportamiento, de hecho, tiene muchas similitudes a otras razas de gran tamaño, como por ejemplo el mastín napolitano, con quien comparte ascendencia, y al igual que éste es como un inmenso oso de peluche preparado para ser abrazado.

El origen de este perro, a pesar de las apariencias, no se encuentra en Dinamarca. De hecho sus inicios están en Alemania, y nadie sabe del todo por qué se le llama “gran danés”. Gracias a los antiguos gravados se sabe que perros de rasgos similares ya existían hace cuatro mil años, puede que incluso cinco mil. ¡Eso sí que es una raza antigua! Con el tiempo se cruzó ese perro con razas cazadoras para convertirlo en un buen rastreador; más tarde se mezcló también con el mastín napolitano y con el llamado “greyhound”, un perro de carreras. ¿Cómo nos ayuda esto a educar a un gran danés?

Nos encontramos con una raza muy antigua, de gran tamaño, y con sangre de velocista y cazador. Esto significa que el gran danés está hecho para rastrear, y es ciertamente rápido. No obstante los rasgos de caza y corredor no son primordiales en su instinto. De hecho es un animal familiar que necesita estar dentro de casa, con el resto de la “manada”. En realidad incluso es un poco vago; es posiblemente una de las razas de las que sale la frase “hacer el perro”. Es muy noble y tierno, y muy bueno con los niños, aunque es mejor enseñar a nuestros pequeños a no abusar de al buena voluntad de los perros…Porque sólo por su peso y tamaño el gran danés puede ser un problema. De hecho, se muestra muy agresivo hacia quienes hacen daño a sus amos, es muy protector con su familia.

A la hora de adiestrar a estos perros hay que tomar en cuenta, sobre todo, que tiende a holgazanear. ¡No podemos consentir que nuestro perro vaguee! Eso es en especial porque podría sufrir de obesidad, y eso acarrea serios problemas de salud. No, tenemos que ayudarle a hacer ejercicio. Paseos a diario como mínimo, y un poco de juego en casa también es positivo. Aparte de eso, su aprendizaje es muy sencillo. Utiliza el método de las recompensas para tentarlo a aprender y hacer lo que le mandes. Con un poco de paciencia y tiempo será pan comido. Es un perro muy dulce y noble, así que querrá hacerte feliz.

Educar a un gran danés, como ves, no es una tarea complicada. Por naturaleza querrá contentar a su dueño, así que aprenderá. Gracias a las recompensas se verá más tentado aún, lo que facilitará las cosas. Un poco de ejercicio y una comida equilibrada, además de una buena socialización y, por supuesto, el adiestramiento, será la combinación perfecta para tener un gran danés perfectamente educado.