Educar a un epagneul breton (también llamado
bretón español) es en realidad una tarea sencilla. Este es un perro muy dulce y
cariñoso, y aunque puede ser cabezota, tiene una gran disposición a la
obediencia, lo que facilitará mucho su adiestramiento. Su nombre a simple vista
parece un curioso conjunto de “nacionalidades”: tiene “bretón”, de Gran
Bretaña, “español” de España, pero su origen es francés. No obstante nos encontramos
frente a una de las curiosidades de este perro: “epagneul” no significa “español”
si no que viene de una palabra francesa, “s’espagner”, que significa “acostarse”.
Esta raza encuentra
su origen en Francia, como ya hemos dicho, y se considera el primer perro de
muestra francés. Su misión era encontrar aves, y al dar con ellas el perro se
echaba en el suelo para marcarla; de esta manera los cazadores atrapaban a las
presas con redes. De ahí el nombre de la raza. Para educar a un epagneul breton correctamente debemos tener en cuenta
que al fin y al cabo es un perro cazador.
Estos animales, como
ya hemos dicho, tienen mucha disposición a la obediencia, pero también una gran
cantidad de energía. Son incansables, aunque no tan frenéticos como otras razas
enérgicas. Es de naturaleza sociable y juguetona, lo que implica que no será
particularmente desconfiado con los desconocidos y también que siempre querrá
pasar un rato de buen juego. Para educar a este perro debes cumplir con las bases
de todo adiestramiento.
El epagneul breton
necesita mano firme, como todos los perros, pero jamás agresividad. De hecho
los modales bruscos lo volverán tímido y temeroso, y no es lo que queremos de
él, ¿verdad? No, debemos ser firmes y consecuentes pero no violentos, eso jamás
en un perro. Nunca demos nuestro brazo a torcer, porque si dejamos que se salga
con la suya pensará que es el líder y siempre podrá hacer lo que quiera.
Nuestra tarea es demostrarle que debe obedecer, que así es como conseguirá lo
que quiere (comida y cariño son las motivaciones principales).
Por suerte estamos
ante una raza muy obediente, así que tal vez nos encontremos con algunos
momentos de tozudez frustrante, pero pasará. Educar a un epagneul breton es esencialmente sencillo, basta con
que haga ejercicio, coma adecuadamente y de un pienso balanceado, y seamos
pacientes y consecuentes. Sobre todo, nada de agresividad, ni siquiera un
grito. ¡Los perros son muy sensibles!