lunes, 1 de octubre de 2012

Para educar a un Lhasa Apso



A la hora de educar a un Lhasa Apso cuando tiene algunos malos comportamientos, o tal vez hábitos incorrectos que no deseamos, primero debemos conocer su temperamento natural, es decir, cómo funciona su mente y su instinto. En este ámbito nos encontramos con un perro cariñoso y faldero donde los haya, pero también muy dominante, más incluso que el yorkshire terrier, ¡y eso es mucho decir!

Para educar a un Lhasa Apso primero hay que entrenarlo, por supuesto, como a todos nuestros amigos caninos. Estos no son los perros más activos y enérgicos pero sí es cierto que necesitan ejercicio y estímulos en abundancia, como todos. Hay que llevarlo de paseo a diario, jugar mucho con él, darle grandes dosis de ejercicio…Tiene que quemar energías, de esta manera estará tranquilo y por consiguiente más atento. Con esto y una buena dosis de disciplina y firmeza podremos redirigir los hábitos de nuestro perro y enseñarle cosas nuevas.

El lhasa apso no responde al adiestramiento agresivo, como, de hecho, ningún perro lo hace. Si abusas de tu poder, si le gritas, le golpeas o das tirones, al final se volverá contra ti para defenderse, y su tozudez natural hará que cada vez te haga menos caso. En definitiva, la mejor manera de educar a un lhasa apso no es agresivamente, sino que hay que premiarlo por los buenos comportamientos; hay que ser consecuente en nuestras normas, si es no, es no, pero nunca gritando o golpeando, y cuando haga algo bueno hay que premiarlo profusamente para que sepa que eso es lo que esperamos de él. El lhasa apso hará siempre lo que le reporte más beneficios, que no son necesariamente la comida: también lo son tu atención y tu cariño.

Para tener un lhasa apso equilibrado y sano hay que tener en cuenta sus cuidados, no sólo el adiestramiento. Hay que poner especial atención a su pelaje, puesto que necesita varias horas de cepillado diario para mantenerlo lustroso y sin nudos, y además hay que asegurarse constantemente de que no tenga llagas en la piel, un problema que suelen sufrir estos perros. La comida debe ser equilibrada, adecuada para su tamaño y peso, como con todos los caninos.

Estos son perros por lo general saludables, aunque tienen facilidad para sufrir displasia de cadera y dolencias renales y oculares. Con esta información te será fácil educar a un lhasa apso sin contratiempos, sólo necesita un adiestramiento correcto que tome en cuenta su personalidad natural.

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Marcos Mendoza

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