El Rodesiano es un
perro tierno, amigable y leal, en absoluto agresivo. A menudo la cresta de su
lomo (de ahí el nombre, “perro crestado”) da la sensación de que está erizado y
a punto de atacar; nada más lejos de la verdad. Es muy familiar y tolerante con
los niños, aunque cuando juegue con ellos es mejor que haya un adulto
supervisándolo todo: tiene mucha fuerza, no por nada es un gran cazador.
También hay que saber que se trata de un animal bastante reservado con los
desconocidos. Para educar a un Rodesiano
hay que comprender su personalidad y actuar en consecuencia.
Los colonos europeos
entraron en contacto en el siglo XVI con los aborígenes locales de África, que
poseían un perro semidomesticado cuya característica más llamativa era una
franja de pelaje en el lomo, justo sobre la columna, que simulaba una cresta.
Este animal cazaba para los aborígenes y cuidaba de su ganado, soportaba los
cambios más bruscos de temperatura y podía aguantar hasta dos días sin agua. En
seguida los colonos quisieron hacerse con todos los rasgos positivos de este
animal, de modo que se hicieron con algunos ejemplares y comenzaron a cruzarlo
con distintas razas, como el pointer, el greyhound y el Gran Danés, para
conseguir lo que ahora conocemos. Ahora bien, ¿en qué nos ayuda esto para educar a un Rodesiano?
El Rodesiano, como se
entiende a partir de su historia, es un animal de gran resistencia, elegante y
dedicado a su trabajo. Incluso en su estado más primitivo este perro aceptaba
el liderazgo del hombre y trabajaba para él a cambio de su cariño, el cobijo y
la comida que le brindaba. Eso dice mucho de su naturaleza, que es dócil,
afable y protectora. En cuanto a sus características físicas, es fuerte, veloz,
con unos sentidos fantásticos y una capacidad de aguanta increíble. La cresta
de su lomo, que le da nombre (ridgeback), suele ser más oscura, a contrapelo, y
da el aspecto de que el animal está erizado y a punto de atacar…Pero nada más
lejos de la verdad, el Rodesiano jamás
atacaría sin una buena razón.
Para educar a este
perro necesitamos disciplina y mucho ejercicio, además de una comida
equilibrada y unas bases bien cimentadas sobre las que sostener nuestra
educación. El Rodesiano necesita sentirse útil y bien dirigido, debemos saber
ser su líder mediante una actitud firme y segura, enseñándole lo que está bien
y lo que está mal, y lo más importante: siendo consecuentes. No podemos decirle
que no coma del suelo y después, cuando se nos caiga algo de comida, decirle
que se lo coma. También es muy necesario el ejercicio, puesto que este animal
tiene una gran cantidad de energía.
En definitiva, educar a un Rodesiano no es muy
diferente de educar a cualquier otro perro, sólo debemos ser conscientes de
que, en cuanto a energía, esta raza necesita mucho más desgaste. Al fin y al
cabo resiste las temperaturas de los desiertos africanos.
¿Te gustaría saber más sobre el Rodesiano? No te preocupes, aquí mismo podrás hacer con esa información que tanto deseas:
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Marcos Mendoza
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